Cybercultura

Cibercultura y Sus Problemas

La Cibercultura o Cybercultura, es un mundo digital en el cual pertenecemos la mayoría de personas actualmente, ya que esta totalmente ligada con la tecnología que cada año va creciendo y renovándose.

Formando parte de un mundo que no es palpable, un mundo imaginario, que es libre en todo los aspectos posibles, dejándonos poder opinar y elegir libremente. Participar en la tecnología o más claro en el internet que es el medio en el podemos ser libres, interactuar con muchas personas, generar conocimiento, crear y generar programas, transmitir, producir contenidos, participar, etc.

Ya que el Internet nos despoja de todo lo que somos corporalmente, lo único que nos queda son: nuestros valores, principios, ética, educación y moral.

Estamos en una época en la cual la moda es la tecnología y el/la que no este en ella es un analfabeta de la tecnología. Todo es posible en este mundo que esta lleno de fantasía y cosas imaginarias al que antiguamente añorábamos tener y que ahora no lo desaprovechamos. Un mundo donde todo lo hay, tiempo real, mensajes instantáneos, a distancia, no presenciales, comunidades virtuales, identidades virtuales, etc.

Una vida perfecta que llevaríamos y que giraría entorno al computador y las nuevas tecnologías, ya no saldríamos de nuestras casas y cotidianidad. ¿Donde quedó? nuestra cultura en la que fuimos educados, de la que vinieron nuestros progenitores. La religión ha sido renovada por la ciencia. ¿Donde quedó? nuestras creencias, cultos y moralidad. Nos estamos convirtiendo en máquinas, lo único que nos diferencia de ellas son nuestros sentidos y sensaciones de resto acatamos ordenes, que nos dan especialmente del computador. Alejándonos de la realidad, reemplazando y haciéndonos olvidar de nuestros problemas en que vivimos actualmente, en un mundo imaginario donde también hay cualquier cantidad de basura gráfica y pornografía. Así como la era tecnológica es lo máximo en información y es lo mejor que le ha podido suceder a la humanidad como tal, también agota y nos reprime como seres humanos pensantes.